Es un sucio y viejo truco -algunos le llaman marketing político- que funcionarios a todos niveles y aspirantes a todo tipo de cargos gubernamentales hagan videitos con mensajes buena onda aprovechando el espíritu festivo desbordado que trae el fin de año [época en la cual, dicen por ahí, la tasa de suicidios crece de manera importante, lo cual parece no ser tan cierto, como se explica muy brevemente aquí] y que ocasiona que a la gente le de por andar expresando sus buenos deseos a diestra y siniestra. Enrique Peña Nieto no podría quedarse atrás y nos deleita en su canal de YouTube con este videito lleno de calidez y palabras vanas. Helo aquí, en su versión original, porque ya ha sido parodiado -vilipendiado, más bien- por acá:
Me he tomado la licencia de transcribir el muy positivo mensaje de año nuevo de EPN [es decir, "El Priísta Nacido-para-ser-presidente-y-demás"], así como la licencia [¿poética, semiótica, cínica?] de comentarlo. Mis acotaciones, producto de sesudas y largas reflexiones, están entre corchetes y el texto original en azul [en honor al espectro político, tal vez debiera haberlo puesto en rojo, pero ese color no es muy amable para los/as lectores y al menos el azul que seleccioné no es tan panista, en fin...]. Helo aquí:
EPN: De todas las épocas del año, la que más me gusta es ésta porque permite que se reuna la familia, los amigos, la comida... [Aunque este fin de año en Edomex para mil 538 personas eso no sucederá: ni cenas, ni reuniones, ni nada. Fueron víctimas fatales de la guerra contra el narco en ese estado según datos -ejem- oficiales. Y eso de que "se reuna la comida" suena a insulto para la gente que no tiene que comer.]
AR: ...te gusta el pavo, los romeritos, te comes todo amor... [Mientras no te tengas que tragar tus palabras y promesas, aunque, bueno, esas no engordan.]
EPN: ¡Todo! [Auch... Espero que tu apetito voraz Enrique no sea causante de escasez: te comes todo, ¡que buen diente!] Y también me gusta mucho la parte de hacer propósitos de año nuevo. [Oh, no, no tomes ese rumbo Enrique: aguas con hacer propósitos porque para el común de los mortales a finales de enero los propósitos ya fueron historia y hasta pueden ser malos para tu salud.] Y es que son compromisos, compromisos con uno mismo y yo si cumplo, ¿eh? [Menos mal que nos lo recuerdas...] Para este año, mi propósito es ser la mejor persona que yo pueda ser [¿¿¿qué??? ¿nomás eso prometes? ¿y la paz mundial y el crecimiento económico y el combate al calentamiento global? ¿quién va a salvar a las especies en extinción? ¿qué clase de propósito es ese Enrique?] como hombre, como padre, como esposo, como profesional, como político. [Ah, menos mal, yo pensé que tu único propósito era pura demagogia con tintes de autosuperación tipo Mariano Osorio: al menos tienes claros tus ámbitos de competencia.] Porque deseo que todos los mexicanos encuentren en mi confianza y esperanza. [Uuupppsss, llegas demasiado tarde Enrique: muchos/as ya no creemos ni en Santo Clós...] Y entiendo que eso significa trabajar más que nunca, escuchar la mayor cantidad de personas [escuchar... ¿y ya? ni que fueras psicoanalista...] y comprometerme con sus necesidades. Angélica, nuestra familia y yo les deseamos muchísima felicidad...
AR: Salud, amor, alegría... [Menos mal que te dejaron decir algo Gaviota, aunque sólo fueran 13 palabras. Yo creí que eras algo así como -si me disculpas- atractivo visual, sentadita junto al árbol, aferrada de tu marido, mirándolo con ojitos de borreguito a medio morir, haciendo gala de dotes histriónicas y prodigando sonrisitas...]
EPN: ...y un 2012 lleno de éxito. [Te refieres al éxito, ¿electoral? ¿No? Entonces ese éxito ¿es el pambolero o el de la lista de popularidad de la Que Buena? ¿Tampoco? ¡Ya sé! ¡El éxito en el rating de las telenovelas del Canal de las Estrellas!]
EPN y AR: ¡Felicidades! [Bueno, 14 palabras para Angélica. Pero ser presidenta nacional del DIF ciertamente no tiene precio...]
AR: ...te gusta el pavo, los romeritos, te comes todo amor... [Mientras no te tengas que tragar tus palabras y promesas, aunque, bueno, esas no engordan.]
EPN: ¡Todo! [Auch... Espero que tu apetito voraz Enrique no sea causante de escasez: te comes todo, ¡que buen diente!] Y también me gusta mucho la parte de hacer propósitos de año nuevo. [Oh, no, no tomes ese rumbo Enrique: aguas con hacer propósitos porque para el común de los mortales a finales de enero los propósitos ya fueron historia y hasta pueden ser malos para tu salud.] Y es que son compromisos, compromisos con uno mismo y yo si cumplo, ¿eh? [Menos mal que nos lo recuerdas...] Para este año, mi propósito es ser la mejor persona que yo pueda ser [¿¿¿qué??? ¿nomás eso prometes? ¿y la paz mundial y el crecimiento económico y el combate al calentamiento global? ¿quién va a salvar a las especies en extinción? ¿qué clase de propósito es ese Enrique?] como hombre, como padre, como esposo, como profesional, como político. [Ah, menos mal, yo pensé que tu único propósito era pura demagogia con tintes de autosuperación tipo Mariano Osorio: al menos tienes claros tus ámbitos de competencia.] Porque deseo que todos los mexicanos encuentren en mi confianza y esperanza. [Uuupppsss, llegas demasiado tarde Enrique: muchos/as ya no creemos ni en Santo Clós...] Y entiendo que eso significa trabajar más que nunca, escuchar la mayor cantidad de personas [escuchar... ¿y ya? ni que fueras psicoanalista...] y comprometerme con sus necesidades. Angélica, nuestra familia y yo les deseamos muchísima felicidad...
AR: Salud, amor, alegría... [Menos mal que te dejaron decir algo Gaviota, aunque sólo fueran 13 palabras. Yo creí que eras algo así como -si me disculpas- atractivo visual, sentadita junto al árbol, aferrada de tu marido, mirándolo con ojitos de borreguito a medio morir, haciendo gala de dotes histriónicas y prodigando sonrisitas...]
EPN: ...y un 2012 lleno de éxito. [Te refieres al éxito, ¿electoral? ¿No? Entonces ese éxito ¿es el pambolero o el de la lista de popularidad de la Que Buena? ¿Tampoco? ¡Ya sé! ¡El éxito en el rating de las telenovelas del Canal de las Estrellas!]
EPN y AR: ¡Felicidades! [Bueno, 14 palabras para Angélica. Pero ser presidenta nacional del DIF ciertamente no tiene precio...]
Video, cortesía de EnriquePeñaNietoTV.