domingo, 16 de septiembre de 2012

Caravana, generosidad y resistencia / Caravan, generosity, and resistance

Escribo estas palabras para dar testimonio de la primacía de la lucha de la resistencia en cualquier situación de dominación; de la fuerza y el poder que surgen de la resistencia mantenida y de la profunda convicción de que estas fuerzas pueden ser sanadoras, pueden protegernos de la deshumanización y la desesperación.
bell hooks

La probabilidad de que tus acciones de resistencia no puedan detener 
la injusticia no te exime de actuar por lo que sincera y reflexivamente 
crees que son los mejores intereses de tu comunidad.
Susan Sontag

En este momentito libre que ahora tengo -y de cierto sé que los momentitos pueden ser eternidades- pienso escribir sobre la Caravana por la Paz en los Estados Unidos. No escribiré sobre la política, la ética, la logística ni si quiera sobre la poética (eso lo dejo para varios otros posts): sólo escribiré sobre mis primeras impresiones (¿o son las últimas? Después de un mes de Caravana, mi reloj interno aún está revuelto, igual que mi termostato y mi brújula). Estos días en el camino me han hecho reconsiderar muchas cosas, cosas que tal vez eran meras intuiciones pero que ahora son sutiles y poderosas verdades: no sólo la fe mueve montañas, sino que la generosidad también lo hace. Este viaje se fundó en la generosidad: la generosidad de quienes dieron sus testimonios, una y otra vez, por más doloroso y desgarrador y pavoroso que fuera; la generosidad de quienes dimos nuestro tiempo y oidos y apoyo, sin importar que, a veces, nuestros propios corazones se rompieran; y la generosidad de los estadounidenses -prefiero llamarlos usanenses, o algo por el estilo- que nos abrieron las puertas de par en par y nos recibieron cálidamente una y otra vez.

Si cualquier travesía se funda en la generosidad, nada puede salir mal. Y nada salió mal en la Caravana. No se cual será su impacto: si cambiamos o no la mente de las personas, si los políticos y hacedores de política pública transformarán de verdad sus malas mañas después de lo que vieron y escucharon, si la fallida guerra contra las drogas terminará algún día o no. Lo que sí se es que la resistencia contra el horror es fuerte. En las circunstancias urgentes de supervivencia impuestas a muchas comunidades e individuos, la resistencia da dignidad y esperanza. Por eso continuaré alimentándola: en la Caravana he encontrado tal camaredería, compañerismo, tantos querid@s, querid@s amig@s -una comunidad que siento mía- que no estoy dispuesta a dejarlos ir.

***

I write these words to bear witness to the primacy of resistance struggle in any situation of domination; 
to the strength and power that emerges from sustained resistance and the profound 
conviction that these forces can be healing, can protect us from dehumanization and despair.
bell hooks

The likelihood that your acts of resistance cannot stop the injustice 
does not exempt you from acting in what you sincerely 
and reflectively hold to be the best interests of your community.
Susan Sontag

In this little free time I've got now -and I know it's true little moments can become eternities- I plan to write about the Caravan for Peace in the United States. I won't write about politics, ethics, logistics, not even about poetics (that I leave for several other posts): I'll just write about my first impressions (or are they last impressions? After a Caravan month, my inner clock is still upside down, such as my thermostat and my compass). These days on the road have made me reconsider several things, things which perhaps were mere intuitions before and are now subtle and powerful truths: not only faith moves mountains, but generosity does that as well. This trip was founded on generosity: the generosity of those who gave their testimony, again and again, no matter how painful and heart-rending and bloodcurdling it might have been; the generosity of those, like me, who lent time and both ears and support, without minding that our own hearts would sometimes break; and the generosity of the people from the US of A -I prefer to call them usanites, or something along those lines- who opened their doors and warmly welcomed us again and again.

If any journey is built upon generosity, nothing can go wrong. And nothing did go wrong with the Caravan. I don't know what will its impact be: whether we changed people's minds or not, whether politicians and policy makers will indeed change their evil ways or not after what they saw and heard, whether this failed war on drugs will ever stop or not. What I do know is that resistance against horror is strong. In urgent survival circumstances as those enforced on communities and individuals, resistance provides dignity and hope. That's why I'll continue feeding it: at the Caravan I found such comradeship, companionship, such dear, dear friends -a community that I can call my own- that I'm not willing to let them go.

No hay comentarios: