domingo, 6 de febrero de 2011

Presunto Culpable. De cuando la inocencia no es suficiente

La impartición de justicia en México, por razones seguramente complejas, bien puede definirse con dos palabras: abusiva y desaforada. Abusiva porque todo parece indicar que en este país se tiene que probar la inocencia frente a todo un entramado de ineficiencias y corruptelas que, de inicio, asume la culpabilidad de quienes caen en sus garras. Desaforada porque la impartición de justicia en México funciona a tontas y locas: los resquicios y salvedades legales que usan taimados abogados permiten que inocentes purguen por crímenes que no cometieron -vaya que aquí si aplica ese lugar común del melodrama- y que consumados delincuentes nunca lleguen a pisar siquiera un ministerio público. Que me perdone este tipo de abogados, pero pareciera que han limitado el ejercicio de su profesión al empleo de un amplio listado de triquiñuelas.



Presunto Culpable, documental de Roberto Hérnandez y Geoffrey Smith a estrenarse comercialmente este 11 de febrero, surge a partir de un proyecto académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) sobre la justicia penal en México. Esta cinta reconstruye el caso de José Antonio Zúñiga Rodríguez y narra cómo los abogados Layda Negrete y Roberto Hernández se involucran en su defensa. Mientras recababan información en torno a las prácticas de los tribunales y prisiones mexicanos, Layda y Roberto se toparon con Toño, un joven acusado de homicidio, crimen por el cual había sido condenado a 20 años de prisión. Tras revisar su expediente descubrieron inconsistencias -todo un cochinero, pues- lo cual les hizo creer en la inocencia de Toño y en la posibilidad de llevar un proceso para exonerarlo.

A lo largo de varios años, los Abogados con Cámaras documentaron la vida de Toño en prisión, la de su familia y amigos a la espera de su libertad, y se embarcaron en la penosa travesía legal para conseguir un segundo juicio que asentara su inocencia. Presunto Culpable logra evidenciar, con una fuerza y claridad extraordinarios, la nefastez (lo siento, no hay otra palabra queridos lectores) del juez, los judiciales y la ministerio público involucrados en el caso: su trabajo -cuestión de vida o muerte, me cae- equivale a poner en práctica indiferencia, coacción y cinismo. Total, pus si ellos nomás están "haciendo su chamba", aunque ello implique una expresa indiferencia ante la verdad jurídica y los derechos humanos.

El interés por explorar la vida carcelaria y por indagar sobre las circunstancias que convierten a alguien en un reo hace de Presunto Culpable -al igual que de dos excelentes documentales mexicanos, aunque muy distintos: Mi vida dentro (Lucía Gajá, 2007) e Interno (Andrea Borbolla, 2010)- una película indispensable en estos tiempos que corren. Muy bien llevado, entrañable incluso, Presunto Culpable ofrece una mirada íntima al caso de Toño, cuya cotidianidad, como la de miles de mexicanos y mexicanas en prisión, sufrió un revés terrible al ser ingresado en un penal debido a la flagrante impunidad de que fue objeto. Tal vez lo único que no me gusta de esta cinta es que el trailer incluye la recomendación de Carlos Loret de Mola, quien recientemente lapidó en cadena nacional a Kalimba, asumiendo como una verdad incontrovertible su culpabilidad en un delicado caso de violación de una menor. Claro: ¿cómo iba a saber el equipo de promoción de Presunto Culpable que Loret de Mola iba a enseñar el cobre? Con "comunicadores" como éste, segurito que el sistema penal se regocija de que, en lugar de cuestionarlo y poner su ineptitud a cuadro, los medios también asuman que en México la presunción de inocencia es una auténtica entelequia.

Si de dar estrella se trata, yo le doy 5 de 5.

Trailer, cortesía de CinepolisOnline.

2 comentarios:

Moy dijo...

Se ve muy bueno, ojalá pudiera encontrarlo en línea pronto; dudo que llegue a Australia...

Montserrat Algarabel dijo...

¡¡¡Moy!!! ¡¡¡Qué gusto!!! Es verdad, suena dificil encontrarla por allá. Saluditos, n.