martes, 3 de noviembre de 2009

Segundas partes nunca fueron buenas: el caso de Donnie Darko y S.Darko

Donnie Darko (2001) es una mis películas favoritas. Escrita y dirigida por Richard Kelly, esta cinta que mezcla de manera muy afortunada varios géneros -ciencia ficción, misterio y hasta thriller psicológico- se convirtió rápidamente en un clásico de culto. Y no es para menos: vean nada más que cosa tan maravillosa:



Esta es una de las primeras secuencias de la cinta [1]. Podría dar la impresión de ser la típica película gringa de estudiantes de high school que uno ya ha visto hasta el cansancio (con ver a Drew Barrymore a cuadro basta para suponer eso), pero no. Corre el año de 1988: Donnie (un Jake Gyllenhaal estupendo) es un adolescente atribulado que confunde la realidad con la fantasía, padece sonambulismo y siente que la vida no tiene sentido. Está obsesionado con la posibilidad de viajar en el tiempo y con un tal conejo Frank [2], bastante macabro por cierto, que lo visita en sueños y visiones para advertirle de la llegada del fin del mundo en exactamente 28 días, 6 horas, 42 minutos y 12 segundos. Sus padres, obviamente consternados, lo mandan a terapia solo para descubrir que Donnie podría tener otro brote psicótico: al pobre ya le habían diagnosticado esquizofrenia antes. Encima de todo esto, una noche cae en casa de los Darko la turbina de un avión, destrozando por completo el cuarto de Donnie quien, debido a su sonambulismo, estaba durmiendo plácidamente en un campo de golf.

Donnie trata de encontrar algún sentido entre tanto sinsentido, al tiempo que sus alucinaciones cada vez se ponen más densas; es un chico sensible e inteligente pero pareciera que la vida es demasiado absurda como para hallarle el gusto. En su clase de Inglés, Donnie conoce a Gretchen (Jena Malone) e inmediatamente se identifican. Ella también parece tener una vida difícil: su madre se divorció de su padrastro porque éste intentó matarla y aún está fugitivo, por lo que Gretchen espera que lo peor pase en cualquier momento.

Ya no les contaré más de Donnie Darko [3]. De verdad merece la pena verla. Dicen que el Director's Cut, que aún no veo, es todavía mejor. Solo diré dos cosas: que Donnie Darko resulta una crítica punzante a la hipocresía del mundo adulto y que su reconstrucción de finales de los ochenta, vía un soundtrack fabuloso, es verdaderamente excelente [4]: además de Head over heels de Tears for Fears también incluye The killing moon de Echo & the Bunnymen, Notorious de Duran Duran, Under the milkyway de The Church y Love will tear us apart de Joy Division. De lo que si quiero hablar es de la secuela de Donnie Darko, la muy trasnochada y nadita recomendable S.Darko (Chris Fisher, 2009). He aquí el trailer:



Después del trailer ya no es necesario ver S.Darko; es más, estos 2 minutos con 24 segundos son mucho más claros e inteligibles que la propia película: así de mala es. Con razón Richard Kelly se deslindó por completo de este proyecto. S.Darko supuestamente da seguimiento a la historia de Donnie a través de su hermana Sam (Daveigh Chase, quien retoma su papel de la primera cinta). Ahora es 1995: Sam ha crecido y junto con su amiga Corey (Briana Evigan) emprende el viaje de Virginia hacia California para convertirse en bailarina profesional. El viaje se interrumpe cuando su auto sufre un desperfecto que deja a las chicas varadas en Conejo Springs (wtf???), Utah. Mientras esperan a que Randy (Ed Westwick), un misterioso galán de pueblo, arregle el auto, Sam empieza a tener sueños extraños y visiones en las que ella misma le indica a Justin (James Lafferty), un joven y loco veterano de la Tormenta del Desierto, que el mundo se va a acabar en 4 días, 17 horas, 26 minutos y 31 segundos. ¡Otra vez la burra al trigo (pero ahora con muchísimo menos tiempo para hacer algo, si es que algo se puede hacer ante la inminencia del armageddon)!

Es inútil tratar de resumir la trama de esta película. Tendría que contarles casi todo lo que pasa y no quiero aburrirlos con tanta monserga [5]. S.Darko explota infinidad de paralelismos con la película que, en teoría, le dio origen, pero no hay un hilo conductor coherente y al final deja varios cabos sueltos. Además de los conejos malignos, el sonambulismo y la curiosidad por viajar en el tiempo que Donnie inexplicablemente hereda a su hermana Sam, S.Darko también tiene un incendio: mientras que en Donnie Darko se quema la casa del super positivo y buena onda (pero muy perverso) motivador profesional Jim Cunningham (el recientemente finado Patrick Swayze), la Iglesia del sospechosito Padre John Wayne [6] (Matthew Davis) arde en llamas en S.Darko; también hay una fiesta, con todo y escenas de chavos disfrazados brincando en un tumbling, aunque más chafa que la de Donnie Darko; también hay marquesinas que despliegan los títulos de las películas del momento -The last temptation of Christ en Donnie Darko y Twelve Monkeys en S.Darko-; y en la secuela también hay (más de) un fatal accidente automovilístico, como sucede en su antecesora.

El soundtrack de S.Darko es decepcionante, gris y triste: no se si fue por cuestión de derechos o qué, pero si se trataba de ambientar 1995 rolas como You oughta know de Alanis Morissette, Connection de Elastica, la versión de Sweet dreams de Marilyn Manson, High & dry de Radiohead, Sour times de Portishead y hasta Kiss from a rose de Seal (nomás por mencionar seis) brillan por su ausencia. Sobre todo creo que parte del éxito de Donnie Darko, además de un impecable guión, radica en la gran actuación de Jake Gyllenhaal, quien tampoco aparece en esta presunta secuela. Daveigh Chase podría muy bien ser un clon de Belinda, por parecérsele físicamente y por no ser una actriz sobresaliente; como resultado, Sam luce perdida y ausente durante toda la película y nunca logra expresar esa mezcla de locura y vulnerabilidad que hicieron memorable a Donnie como personaje. Si de dar estrellas se trata, S.Darko merece, viéndose buena onda, menos dos estrellas.

NOTAS
1. Y tal vez una de las pocas secuencias de la cinematografía mundial en que me parece muy efectiva -y no efectista- la combinación del uso de la cámara lenta y la rápida.
2. Que resulta graciosísimo si uno recuerda al Mago Frank y a su inseparable compañero, el conejo Blas.
3. Aunque el trailer que están por ver revela dos tres cosas sobre el final de Donnie Darko...
4. Sobre todo para aquellos que, como yo, precisamente estaban en tercero de secundaria en ese glorioso año de 1988. Ah, ¡que recuerdos!
5. Para eso sirve Wikipedia: pica aquí y podrás leer en inglés casi casi el guión de S.Darko.
6. ¿Gacy? ¿Será el nombre de este personaje una tétrica referencia al infame asesino serial de jóvenes y adolescentes John Wayne Gacy? ¿Será que S.Darko explica así lo inexplicable de los niñitos que Sam encuentra encerrados en una mina? Vaya usted a saber...

Clip de Donnie Darko, cortesía de oggywoggy.
Trailer de S.Darko, cortesía de foxabulous.

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