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Y si: uno va y viene. A veces da vueltas sobre su propio eje, otras escapa en línea recta y piensa que es para no volver atrás. Pero pareciera que uno siempre regresa -en una sola pieza si le va bien y con todas las millas recorridas bajo el brazo- al mismo punto del que partió. Uno insiste en andar caminos que ya ha andado antes y se empecina en que son rutas nuevas, en que llevan a parajes desconocidos. Y no: los destinos llevan al lugar justo del arranque.
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3 comentarios:
Pie de foto: microcosmos de musgo en Camino a Rancho Viejo.
Pie de foto: microcosmos de musgo en Camino a Rancho Viejo.
Uy... Sabes? Por alguna razón tu entrada me hizo pensar en la canción "El 1, el 2, el 3" de Mecano.
Pienso que los hombres estamos acostumbrados a caminar en círculos y, consecuentemente, volvemos al punto de partida. Pero también creo que somos -cada uno- quienes elegimos los caminos por los cuales andamos.
De vez en cuando no nos viene mal salir del circuito y no sólo transitar un camino distinto, sino construirlo...
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