viernes, 5 de marzo de 2010

96 lágrimas

Para Beatriz,
porque ella si descifra todas las claves,
atrapa todas las botellas virtuales,
conoce a todos los implicados en este asunto
y porque muy, muy pronto nos vamos a ver...


La verdad, anoche no hice nada. O solo hice lo que pude hacer (o lo que tuve que hacer, o lo que me fue dado hacer...). Y tal vez no exista ninguna buena (o mala) razón para publicar esto aquí, sobre todo si mi intención es no soltar prenda de los detalles o de los nombres propios involucrados, ni siquiera de sus tristes iniciales: a partir de hoy renuncio a los mensajes cifrados (aunque estas líneas, en el fondo, sean uno). Hace muchos, muchos años, estando en una disyuntiva similar a la que estoy ahora (bien temprano una mañana, después de un reve, con la consciencia y los sentimientos revueltos) leí algo que, si la memoria no me traiciona, iba más o menos así: no vale la pena andar un camino que definitivamente no lleva a ningún lado. Y hoy estoy cansada, harta incluso, descorazonada. Me parece increíble que habiendo pasado tantos años ya de eso aún no haya aprendido algo, por mínimo que sea, y me tiemblen desde las ideas hasta la voz (las rodillas, las certidumbres, las dudas, las orejas, los motivos) cuando te veo...




Video, cortesía de romek192.

5 comentarios:

Beatriz dijo...

Estoy emocionada por la dedicatoria y porque sé que te veré pronto.
Ya lo dice la canción de las botellas: "Love can mend your life or love can break your heart"
Pero cuando vengas te diré:
"Tómate esta botella conmigo y en el último trago nos vamos"
Mientras tanto, no mates a las mariposillas que revolotean en tu flora intestinal... ya ves que dice que en donde hay vida, hay esperanza.
¡Abrazote mientras tanto y ánimo!

Montserrat Algarabel dijo...

Me encantó tu comentario Beatriz. ¡¡¡Yo también estoy emocionada!!! Espero ya el momento de las botellas catalanas -¡muy próximo!-, mantengo el ánimo y hasta cierto punto la esperanza porque "It ain't over till it's over", ¿que no? Un beso, n.

Anaité dijo...

"quizá en otro tiempo nuestra historia sería distinta no habría despedidas y por tanto no habría retornos tú serías la maestra en una aldea del norte y yo el pescador viviríamos en paz con el canto de las cigarras como fondo el murmullo del aliento del mar y poemas como hierba creciendo entre las grietas de nuestras vidas quizá en esa vida la rana y el escorpión viven mejor como amantes" TRUONG TRAN

Montserrat Algarabel dijo...

¡Dios! Tal vez en una vida paralela, en un universo alterno o en algún otro lugar imposible así es ya... besos Anaité.

Anónimo dijo...

Así es de increíble la vida, disyuntivas que Hemos de vivir para sentir que estamos vivos, aveces volamos sonando y otras de rodillas sufriendo