sábado, 5 de diciembre de 2009

Crónica de dinero y chantaje: sobre el Teletón 2009

Desde hace 12 años ya, llueve, truene o relampagée, con o sin crisis, el Teletón en México se lleva a cabo religiosamente el primer fin de semana de diciembre. Puede decirse que el Teletón abre de manera oficial las puertas a la euforia decembrina, es decir, al fomento machacón y cínico del consumismo rampante disfrazado de generosidad, amor y paz. Es verdad que el Teletón resulta un colosal comercial en que infinidad de empresas gritan a los cuatro vientos su buena fe y su "compromiso" con México, cumplen con las obligaciones que la "responsabilidad social" exige y aprovechan el fin de año fiscal para deducir impuestos. También es verdad que millones de personas comunes y corrientes, ciudadanos de a pie y ciertamente de buen corazón, se unen a la causa con las poquitas monedas que a duras penas pueden depositar en las alcancías del Teletón regadas por las ciudades de este país. Todo con el pretexto de que lo más hermoso y loable del mundo es ayudar a quienes más lo necesitan, los famosos niños discapacitados del Teletón (o, debiera decir para ser políticamente correcta, niños y niñas con capacidades diferentes). Este año, por primera vez, los niños con cáncer también son una excusa para ser solidarios de la única forma en que los medios -léase Televisa- consideran que esto se debe hacer: con dinero, con muchísimo dinero.

Ahora mismo tengo la televisón sintonizada en el Canal de las Estrellas (y las Barras) para ver como va la donación y, de paso, elucidar las estrategias de chantaje empleadas este año, que seguramente son las mismas fórmulas trilladas de siempre. A las 3pm, el total recaudado asciende a $223,718,438. Entre aplausos y silbidos, Mariano Osorio recuerda al teleauditorio que solo hemos llegado a la mitad de la meta, da las gracias por la generosidad desbordada, exhorta a seguir donando y asevera que, como reza el lema de este año, para el Teletón no hay imposibles. El gingle 9999, 9999 es el número que a ti te espera, ayudemos al Teletón resuena insistente. La bandera tricolor ondea orgullosa en la pantalla. Finalmente, el verde, blanco y rojo de la insignia patria también son los colores navideños. Rebeca de Alba se enlanza con Eva Longoria, actriz americana de origen mexicano, para una interesante conversación persuasiva. Dada su filantropía innata, Eva dice que ha venido este año desde Hollywood con la única intención de apoyar al Teletón y que se siente tan, pero tan orgullosa de ser mexicana que prefiere hablar en inglés.

En la media hora que llevo de ver la transmisión ha habido más referencias a Telmex, Banamex, Krispy Kreme, Alpura, Mattel y al Gobierno panista de Aguascalientes -sin tomar en cuenta el alud de comerciales de Metaboltonics, Goicoechea Butter, Asepxia y Famsa- que historias de niños y niñas beneficiados con todo y familias llorosas (por la emoción, los nervios, la pena o el agradecimiento) o que canciones de Mijares y/o Lucero en indispensable playback. Menos testimonios enternecedores y más inserciones de programas y luminarias de Televisa para no perder horas aire de valiosísima publicidad: el Teletón 2009 está aderezado con "ediciones especiales" de programas de concurso como 12 corazones o 100 mexicanos dijieron cuyos participantes -desde Beatriz Paredes y Dante Delgado hasta Mara Escalante haciéndole de Doña Lucha pasando por La Parca y Yurem- dócil y alegremente donan a la causa el dinero de Televisa que supuestamente ganan. Y para el magno cierre, el Teletón este año nos deleiterá con las actuaciones (¿en vivo?) de Black Eyed Peas, Chayanne, Avril Lavigne, Aleks Syntek, Ricardo Arjona, los números musicales del talentosísimo elenco de la telenovela Atrévete a soñar...

Las consignas motivadoras bombardean sin tregua con la finalidad de conmover a la audiencia o, por lo menos, de hacernos sentir las punzadas del dolor ajeno para aflojar las apreturas de la cartera. Simple y certero chantaje emocional: pégele usted en el corazón a cualquiera a través de la auténtica desgracia de otros y verá resultados inmediatos. Mientras avanza este televisivo lavado de cerebro es lógico que la conciencia de muchísimas personas sea vulnerada: nadie quiere parecer -ante sí mismo y ante los demás- insensible o codo cuando es posible comprar la felicidad de los niños discapacitados y la propia tranquilidad con unas cuantas monedas. Que si los mexicanos somos muy unidos, que si primero y antes que todo están los niños (los adultos, haiga sido como haiga sido, históricamente nos las hemos arreglado), que si la devoción a la Virgen de Guadalupe nos va a salvar, que si todos somos héroes, que si en los tiempos difíciles sale la casta del mexicano, que si el Teletón es una oportunidad para trascender, que si la unión familiar es la mejor quimioterapia... En manos de la artillería pesada de Televisa y ambientado con un meloso pianito perenne, el canónico si se puede, el ora si vamos a salir adelante, es un efectivo mantra de hacer dinero.

El altruismo monetizado e institucionalizado que este evento fomenta por todos los medios posibles se resume en el siguiente comentario de Fernando Landeros, presidente de Fundación Teletón: el egoísmo es una discapacidad y el escepticismo es un verdadero cáncer. Las palabras de Daniela Romo también condensan el espítitu teletonesco: hay que combatir el cáncer de la indiferencia (con purititos billetes, completaría yo). Empero, la generosidad y la solidaridad no tienen porqué limitarse a esta expresión mediatizada; también pueden manifestarse de otras formas y dirigirse hacia otros objetivos: ahí tenemos, entre tantísimas luchas legítimas que requieren apoyo moral y recursos tangibles, el SMEtón por ejemplo.

A pesar de girar en torno al chantaje y al sentimentalismo, a pesar de beneficiar sistemática y sustancialmente a quienes no requieren más beneficios de los que ya tienen -las empresas de todos colores y sabores-, en un Estado impotente y, sobre todo, indiferente ante la compleja problemática de salud mexicana, el Teletón por lo menos construye y sostiene por toda la República Centros de Rehabilitación Infantil Teletón (CRITs) que mucho se necesitan y nunca están de más. Como decía mi madre, menos da una piedra. Qué lástima y qué vergüenza de tanta rentabilidad colateral.

Imagen anti-teletón, cortesía de:
http://elsovieticotuxtleco.blogspot.com/2009/11/imagenes-anti-teleton.html
donde podrán ver otros carteles del tipo.

8 comentarios:

Montserrat Algarabel dijo...

Ayyy... siendo las 8:12pm Lucerito acaba de decir: "¿Qué tenemos en Méeexicooo? ¿Crisis o corazóoon? No, pos las dos cosas reyna...

Mayeliin dijo...

Vaya.... hasta que me entcuentro con alguien con cerebro... tu eres de lkos mios amigo jaja es encerio io solo lo voy a ver x avril es mas solo espero aq pase ella solo eso pero todo lo q tu dics es verdad sale pues me voy bezoz

Kurumo MI dijo...

Teletón. Todo un suceso que provoca las más encontradas opiniones referentes a su organización, motivos y propósitos...

A mi parecer, este evento carece del mínimo manejo ético y responsable requerido (suponiendo que el "mínimo" sería suficiente) para apreciársele respetablemente.

Lo de las matas tuzadas para fabricar peluquines; la lacrimosa y lacrimógena exposición de niños discapacitados -triste, pero así se les distingue, pues lo de "capacidades diferentes" hace referencia a todo ser humano- que no pueden incoporarse, que difícilmente hablan; las intervenciones ridículas de superficiales famosos que por parecer cálidos y sensibles caen en el ridículo; todo, en conjunto, parece ser una burla que supera a la anterior y en la que los mexicanos caen al entregar el dinero que conservan a pesar de los efectos de la crisis... ¿Habrá un "teletón" internacional para apoyar el cáncer económico de México, para superar su atrofia cerebro-gubernamental?

Moy dijo...

Antes yo pensaba que, si bien es pura mamada eso del Teletón, que por lo menos sí se hacían ciertas obras para ayudar a los niños con discapacidad. "Que si deducen impuestos, O.K., pero al menos apoyan a una o dos personas y eso es mejor que a nadi"... Pero luego reflexioné: ¿por qué la gente es la que tiene que donar? Si Televisa fuera, en verdad muy buena onda, simplemente sacaría varo de sus arcas y los donaría directamente y sin siquiera anunciarlo...

Creo que hay muchas instituciones en el país que son más pequeñas, a las que sí les podemos hacer donaciones directamente en caso de que queramos apoyar a esta causa.

Igual, yo ya decidí que el día que sea jefe de algún área o tenga algún negocio, voy a emplear a pura gente socialmente rechazada: discapacitados, transexuales, exconvictos y hasta "tatuados"...

El Soviético Tuxtleco dijo...

Gracias nimbemon por ponerme. Y tienes razón, el Teletón es puro chantaje.

Saludos!!!

Guillaume le dark dijo...

Como diría el único crítico de televisión mexicana, quien, es una eminencia. "Este fue el peor teletón de todos" Quisieron alargar la causa de los niños discapacitados alos niños con cáncer. =? .Luego, ¡Qué tal Rebeca de Alba!Dándole más material a "la prensa del corazón".
Coincido, mejor el SME y, su espíritu combativo y sus posadas decembrinas. ;)

La Rumu dijo...

Puajjjj, lo que más me revienta es eso de 'el cáncer de la indiferencia'.
Vil chantaje que presta el disfraz de buen ciudadano y sobre todo, buen mexicano.
Una estrellita más en la frente del canal de las estrellas.

gera dijo...

si el modo de venta en teleton es como para apagar la tele, pero en el fondo no roban nada pero si usan l alana para fines importantes, que pasa si tienes lana y no salud como un cancer??? pues si promueves crits y experimentas con niños para encontrar curas, lo de los impuestos ni les interesa