Se que no llevo mucho tiempo husmeando en la blogósfera, pero creo tener buen ojo para detectar ciertos elementos que hacen de un blog un tormento para la lectura, un peligro para la integridad y bienestar de quien lo escribe (y hasta de quien lo lee) o, de plano, un mero objeto de humor involuntario. Por eso me he animado a escribir este top ten con ejemplos obtenidos directamente de la red. Así que cualquier similitud con la realidad del cyberespacio es un efecto buscadísimo y no una mera coincidencia. Por cierto, no he editado los pasajes aquí expuestos para que guardaran ese sabor característico de lo... desafortunado, por ponerle solo un adjetivo.
1. Dar a tu blog el honroso y sugestivo título de Puta pero no tuya...
2.Publicar hartas fotos de tu anatomía sobre todo si eres menor de edad y vives en un país cuya legislación sobre pornografía infantil deja mucho que desear.
3. Describirse de tal manera que se ponga en duda tu sanidad mental y la de tus lectores: "Yo soy una LOCA, Y vos sos un DEMENTE".
4. Mutilar sin compasión alguna el lenguaje en un intento (infructuoso) por encontrar tu voz poética:
a vcz veo hacia el pasado
i kreo q tenia mas motivos
para vivir ants ......
xq sera k todavia t xtraño?
xq sera k no t olvido?
xq sera k todavia t am0
5. Culpar a Dios por haber inspirado unos versos como estos:
Estuve aquí,
de principio a fín.
De la inocencia infantil
viajé por el conocimiento
hasta el olvido senil.
Con lumbreras
crucé por tinieblas
hasta la luz
infinita y eterna.
Fuí sombra proyectada
por el sol radiante
hasta que llegó la noche
sobre estrellas brillantes.
Viví lo que viví
siendo lo que fuí.
Ahora aquí,
soy lo que soy
por la gracia de Dios.
Del nacimiento
a la muerte;
ESTUVE AQUÍ
6. Incluir las palabras absurda y cenicienta en la misma frase para describir el estado de ánimo de quien postea (combinación que, ahora me entero, es el título de una canción de Chenoa).
7. Incitar a la confrontación de género, aunque sea virtual, con declaraciones del tipo: “Evitemos las mentiras ESTAS DESPUES DE MI, yo soy su mujer !”.
8. Realizar un seguimiento detallado de las fotos de tu hijo o hija (o de sus primitos, para el caso) desde el vientre hasta los 10 años. No por nada algunos periodistas aleccionan histéricamente sobre el vínculo perverso entre internet, secuestro y tráfico de órganos.
9. Advertir a los potenciales seguidores que el contenido de tu blog no se caracteriza por su astucia ni ingenio, disuadiendo su lectura con aseveraciones como: “Si no puedes deslumbrar con tu sabiduría, desconcierta con gilipolleces”.
10. Escribir largos, largos textos, en letra chiquititita, que encima no incluyen su necesaria dosis de dibujitos ilustrativos (¿qué? ¿Qué a mi se me suelta la mano con mucha frecuencia?).
1 comentario:
jajaja... muy atinado pa'l manual de carroña bloggeril.
Yo nomás veo una 'k' en la redacción y huyo veloz...
Salud!
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