sábado, 9 de mayo de 2009

Recuerdos de Foreverlandia

Los vecinos del 7 están haciendo un gran reventón. Supongo que celebran que ya todo "volvió a la normalidad", que pueden de nuevo ir al cine o que no les subieron la renta al renovar su contrato (cualquiera de estos pretextos me parece razonable, siempre y cuando la causa verdadera de su fiesta no sea que Felipón salvó a la humanidad de la puerca gripe). Gritos, zapateos al más puro estilo del jarabe tapatío, conversaciones, ruidos medio raros... desde aquí se escucha todo (incluso... ¿una aspiradora? Si, eso parece).

Ahora mismo están cantando a grito pelón esa rola horrenda de
Rudo y Cursi cuyo nombre no se... ni me importa averiguar. Ya hablaron de Carlos Castaneda y de los buenos viejos tiempos ochenteros; ya se pelearon por cuál canción de Guns 'n Roses era la mejor; ya le dijeron a "Gustavo" que apagara la cámara varias veces; ya hubo un agarrón de pareja porque algún borracho no quiso regresar a casa con su chava ("Güey, ¿qué pedo? Si el reven esta muy bueeeeeno...."); ya bailaron I will survive, Lambada, Sopita de Caracol, la Macarena, Staying Alive, Billy Jean y Vogue; ya cantaron Muriendo lento, Ni tu ni nadie y El triste... ¡ah, pero que vecinos tan eclécticos tengo! (No lo entiendo: ¿por qué seguirán aspirando?).

La neta no es tan tarde: a penas las 2:50 AM. Además, no tengo cara para quejarme: estoy pagando mi karma. Cuando yo era la Soberana de Foreverlandia, ese reyno fabuloso y ahora extinto, las celebraciones reales tenían lugar desde el jueves por la madrugada hasta el domingo por la tarde, a veces non-stop. Los músicos de la corte plañían sus laudes y hacían retumbar sus tambores, los juglares imperiales (¿?) cantaban las glorias del reyno, los caballeros se enfrentaban valerosamente para ganar el favor real y todo súbdito se contagiaba de la palaciega alegría. Los vecinos, seguramente, nos odiaban.

"Santa-María-delos-Buenos-Aires, sitodo-es-tu-vie-ra-me-jooooooooooorrrrrrr...". Mejor sigo escribiendo, que tarde o temprano caerán los del 7... aunque sea de borrachos.

1 comentario:

Elizabeth Palacios dijo...

Querida Montse: me reí con tu crónica de un desvelo... a veces eso pasa con los vecinos, al menos tienes uno eclécticos pero contemporáneos, yo tengo uno que la otra noche me torturó con intocable y chente y otros tan locos que tocan el acordeon hasta el amanecer jejeje... besos.. Eli.