sábado, 15 de agosto de 2009

Para el psicoanalista

Soñé vampiros. Fue un sueño largo y complicado (por lo menos así me lo pareció). Además sucedió justo antes de que me despertara. Por eso alcanzo a recordarlo de manera vívida. En las últimas escenas es de noche y Alex y yo llegamos a un edificio donde supuestamente yo había vivido antes: fachada ocre de ladrillos, balcones mínimos, enredaderas, pasillos estrechos y oscuros. Tengo la impresión de que ya he soñado con este edificio que no conozco -que tal vez ni siquiera exista- en varias ocasiones. (Un paréntesis: siempre sueño departamentos en los que, según la lógica onírica, he vivido. Siempre son lugares imaginarios -creo-, antiguos y gastados, incluso sombríos. A veces el sueño es regresar después de mucho tiempo para hacerles una visita, a veces es buscar nueva casa donde algún día ya la había tenido...)

Estamos frente a una puerta roja bajo el número 4 y antes de tocar abre una anciana. Cabello completamente blanco, vestido discreto y negro. Nos invita a entrar; sabe que queremos ver qué ha sido de ese espacio, mi antigua casa. Todo está muy ordenado, la luz es tenue y de tintes rojos; la anciana tiene una cama en la sala, un edredón rojo con blanco la cubre. En las dos paredes al fondo -de piso a techo- libreros repletos de libros, sus lomos rojos, cafes y blancos. La anciana nos muestra la única ventana en la pieza: rectangular y vertical, por donde se alcanza a ver el recortado horizonte de la ciudad, toda pequeños focos que se reflejan en un río.

De repente, las luces de la sala se apagan por completo. Oscuridad total. Siento que la anciana se me acerca y me doy cuenta de que es otra: más joven, más bella. Los ojos ocre brillantes y sanguíneos, los colmillos destellan prominentes. Sin necesidad de decir palabra, sé que me está ofreciendo la inmortalidad: trata de seducirme con la mirada para compartir su regalo conmigo. Junto a la cama aparece un hombre: alto, cabello negro lustroso, atractivo, demasiado atractivo como para confiar en él (otro mínimo paréntesis: hasta en el mismo sueño me sorprendí al sentirme atraída por un vampiro... ya he manifestado aquí mi desagrado por los chupasangres; parece que mi inconsciente opina lo contrario).

Mi reacción es inmediata: mi alma, pienso en mi alma. Temo por ella. No atino a considerar los beneficios de la belleza perenne, de la ausencia de enfermedad y muerte, del detenido envejecimiento. Únicamente resuena en mi cabeza: mi alma, ¡mi alma! Me aferro al Ayat Al Qursi -1- que llevo colgado al cuello y comienzo a recitarlo: ...la Vida, la Permanencia... el sueño no se apodera de Él. Suyo es lo que está en los cielos y en la tierra...

Tomo a Alex de la mano y corremos, fuera del departamento 4, lejos del edificio de fachada ocre, hacia un jardín verde oscuro que se extiende interminablemente. Siento a nuestros perseguidores cerca, veloces, alados, a la altura de nuestros cuellos. Seguimos corriendo. Vuelvo la cabeza y son dos sombras detrás nuestro. Me detengo de golpe para confrontarlos...

Y entonces desperté. Huelga decir que ni los vampiros ni Alex estaban ahí (ja,ja). Prendí la computadora de inmediato y comencé a escribir el recuento de este sueño. Pero las seducciones de la comunicación virtual se apoderaron de mi y, justo a la mitad de la escritura de este post, terminé chateando con un amigo inglés, también sufi, a quien no conozco personalmente pero a quien escribo y leo desde hace siete años. Le conté el sueño y su interpretación fue muy sencilla: keep on being sufi... Hasta que no me atreva a tumbarme en el diván del psicoanalista, solo Dios sabrá que significa todo esto.

NOTA
1. El Verso del Trono o Ayat Al Qursi -2:255 en el Qu'ran- es considerado en la tradición islámica como una oración que guarda y protege a quien la recita.

7 comentarios:

Alex dijo...

yo también estaba en el sueño!!! condenadota, tus vampiros tienen nombre y apellido(¿Becas Conacyt?) y por más que corramos y corramos terminarán apropiándose de cada idea, cada palabra, cada suspiro... por eso el lugar que describes te parece tan conocido... gracias por defender nuestras almas y gracias por voltear, al final, y confrontar al enemigo.

Hermes dijo...

no pelees contra tu subconciente... las chavas tambien causan desconfianza de tanta belleza? :P... ches sueños raros.. tk care, baee ;)

Kurumo MI dijo...

Uuuuy... No inventes!! Algo que a mí siempre me ha gustado son los sueños. Tuve unos cuantos que discutí con mi analista -aprovechando el título de tu entrada-, y con el tuyo he recordado el que tuve con la misma temática, nada más que yo me confrontaba al galante vampiro para permitirle otorgarme la vida eterna... Qué cosas!! Saludos con alitas de murciélago, jaja!

La Rumu dijo...

Si la anciana hubiera sido un conejo gigante, sería un sueño muy lyncheano.
Salud!

Montserrat Algarabel dijo...

Alex: zaz Becas Conacyt... ¿porque andan de chupasangre? Ya sabes que yo siempre defenderé nuestras almas, ¡ja!
Hermes: pos trato de no pelearme con el subconsciente... pero luego ¡se me pone punk!
Kurumo: hmmm, galante vampiro, ¡eso suena bien! ¡Déjate morder!
The fool: Este sueño no me dió tanto miedo como los conejotes de Inland Empire... si la anciana se hubiera convertido en conejota de Lynch, me hubiera dado un ataque...

Saludos a todos, n.

Anónimo dijo...

I inclination not approve on it. I regard as precise post. Specially the title attracted me to read the sound story.

Anónimo dijo...

Good brief and this mail helped me alot in my college assignement. Thank you on your information.