La vergüenza puede contener lo que la ley no prohibe
Séneca
Séneca
To Catch a Predator, un reality show de la NBC transmitido originalmente entre 2004 y 2007, se dedicó a exhibir en televisión las tremendas consecuencias de las prácticas ciberespaciales de potenciales "predadores sexuales" (otra serie que solo podría habérsele ocurrido a los gringos). A partir de las conversaciones en línea entre éstos y supuestos menores de edad, la serie orquestaba citas que resultaban en el arresto de los ingenuos que buscaron sexo y se encontraron con la ley. Durante los años que estuvo al aire, To Catch a Predator se apoyó en Perverted Justice -una ONG californiana que investiga casos de adultos que, mediante el internet, pretenden tener actividad sexual con niños o niñas- y en las agencias de polícía de las distintas ciudades en que realizaron sus operativos para prevenir el crimen. Porque, de hecho, las fechorías que To Catch a Predator mostraba solo sucedían en la febril imaginación de estos hombres y del público televidente. Apunte pseudojurídico: se que las intenciones son elemento fundamental para juzgar la gravedad de un delito pero, ¿cuán incriminatorias son cuando éste nunca se cometió? Que los abogados me ayuden a comprender...
La serie presentaba extractos de chats en los que típicamente se encuentran adultos "maliciosos" y menores "precoces", adolescentes de entre 12 y 15 años (adultos en realidad, parte del equipo de Perverted Justice): los primeros genuinamente querían ligar con chavitos o chavitas y algunos hasta se aventaban a mandarles fotos y videos suyos y de otros de contenido sexual altamente explícito; los segundos, como parte de la trampa, se involucraban en innuendos sexuales e invariablemente daban entrada a estos desconocidos. To Catch a Predator hacía énfasis en las tácticas utilizado por los calenturientos adultos para convencer a estos adolescentes inexistentes de tener sexo con ellos; así, el programa recababa evidencia porque en algunos estados de la Unión Americana está penado incurrir en acciones deliberadas (a veces hasta embusteras) para granjearse la amistad y confianza de un menor con la posterior intención de abusar sexualmente de él o ella. Opinión paradójica: aunque personalmente creo que la pedofilia y la pornografía infantil son una barbaridad, también lo es el hecho de que estos "predadores" fueran engañados para después ser aprehendidos, aún tomando en cuenta sus intenciones lascivas verdaderas. Tal vez la lógica detrás de esto era darle a los "predadores" una sopa de su propio chocolate...
Tras unos cuantos minutos de que los "predadores" habían hecho acto de presencia para conocer a sus "víctimas" en sus domicilios -casas de seguridad armadas de cámaras para seguir evidenciándolos-, el anfitrión de la serie, Chris Hanson, aparecía de manera sorpresiva e interrumpía la cita. Hanson, con todos los pelos de la burra en la mano, confrontaba a los "predadores": les pregunta qué demonios estaban haciendo en ese lugar, cuáles eran sus cochinas intenciones y hasta los exhibía y avergonzaba al leerles partes de sus lúbricas conversaciones virtuales con los supuestos menores. La mayoría de las veces, las preguntas del anfitrión agarraban desprevenido al "predador", cuya incomodidad y embarazo se desbordaban morbosamente en pantalla: "¿Para qué ha traido lubricante, condones y cerveza?", "¿Le mandó estas fotografías de su persona desnuda al menor en cuestión?", "¿Por qué habría usted de arriesgarse así tan inconscientemente?". Comentarios al márgen: estas imágenes describen muy bien eso de que a alguien se le puede caer la cara de vergüenza... mejor ni imaginarse lo que sintieron las esposas, novias, padres e hijos de los potenciales "predadores" al enterarse de lo sucedido...
Una vez puestos en evidencia, los "predadores" se excusaban mediante todo tipo de argucias: fingiendo demencia, explicando que no había nada malo en lo que hacían, diciendo que solo eran inocentes mentores o amigos del menor, llorando y mostrándose arrepentidos, reconociendo que era una locura lo que deseaban hacer y hasta diciendo que se sentían muy solos o que estaban pasando por un doloroso divorcio. Hubo quienes salieron corriendo al verse frente a las cámaras con la esperanza de escapar. Pero, al salir de la casa de seguridad, los "predadores" eran arrestados por la polícia y llevados a la comisaría más cercana donde se construía un caso en su contra para llevarlos a juicio. Sospechas truculentas: me encantaría saber si la NBC (de haberse dado el caso) decidió no pasar al aire encuentros de pedófilos católicos certificados, es decir, padrecitos perversos que hubieran caído en la trampa de To Catch a Predator. También quisiera saber si estos padrecitos -que, en los episodios que he visto, brillan por su ausencia- recurrieron a sus arquidiócesis para que les hicieran el paro... Eso si: un episodio de esta serie deleitó a su público al exhibir la conmoción de un rabino al ser descubierto visitando a un niño de 13 años en Herndon, Virginia, con las intenciones que ustedes ya se imaginan. El rabino renunció a su cargo en una institución educativa judía poco antes de que el episodio saliera al aire y fue sentenciado a 6 años y medio de prisión.
El objetivo más claro de la serie era proteger a los adolescentes en riesgo de ser seducidos por un adulto, aunque fuera virtualmente, con la excusa de que "todos de verdad sabemos qué hubiera pasado si los predadores se hubieran encontrado a solas con menores de verdad". Un what if que se presentan como hecho consumado: evidente falacia asentada en la morbosidad del público y de los involuntarios protagonistas del programa. Éstos no se encontraron con un menor, sino con las feroces cámaras de Hanson y la pesada mano de la ley, ni llevaron a cabo ninguna de sus sucias intenciones. La finalidad de To Catch a Predator también resultaba desmotivar este tipo de conductas e incitar la duda entre los "predadores" virtuales, quienes recurrentemente se preguntaron en línea si todo esto no sería más que una elaborada trampa. Conclusión propositiva pero complicada: Hanson y su equipo deberían aparecer de improviso en alguna sacristía oscura para atrapar en el acto a un predador sexual de verdad, no en potencia. El problema consiste en saber con certeza dónde y cuándo un padrecito perverso, impune y de mala conciencia pretende atacar de nuevo...
2 comentarios:
Qué tema tan difícil ¿no? Yo no estoy a favor de la pedofilia pero creo que muchas veces se juzga con demasiada fuerza a las personas que tienen o que pretenden tener relaciones sexuales con menores de edad (en primera ¿quién decidió y con qué bases hasta qué edad se considera ser un "adulto responsable" o "niño ingenuo")
A los pederastas se les tacha de lo peor y creo que poca gente se pone a pensar en los problemas y sufrimientos que tienen estas personas. No los apruebo porque creo que también antes de cometer un acto de pederastía, debe caber la razón; pero, creo que exhibirlos en programas morbosos para gringos mochos no es algo muy ético. Además de que, como dices, ¿hasta qué punto se puede castigar un crimen no cometido? (Recuerdo la peli de "Sentencia Previa" con Tomás Cruz).
Por otro lado, creo que muchos menores de edad no son tan ingenuos y desprotegidos como creyéramos y muchos están concientes y de acuerdo con lo que están haciendo con un supuesto "adulto". Y, por ejemplo, ¿qué pasaría cuando haya un acto sexual voluntario entre un "adulto" de, digamos, 20 años y un "ingenuo infante" de 17?
Quizás esto de "mayoría" y "minoría" de edad debería revisarse y reformarse en el sistema judicial... Está más que comprobado que ser mayor de edad no te hace maduro y responsable (vean a George Bush, por ejemplo); así como ser menor de edad no te hace ingenuo, indefenso e inmaduro...
¡ Coincido con Moy, o vean a Calderón! :P Y, a NorBruto :P
Y, también que hay niñas que para nada son ingenuas como "Alice in Wonderland" y varones. ;).
Pero, corrigo ¡No son gringos mochos!...Es peor ¡Son ingleses mochos!. :(
Un tema que dio de que hablar en 2009 fue la adaptación al cine.Que, finalmente, no se concretó de "Memoria de mis Putas Tristes" del Gabo. :?
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