Queridos lectores:
Es un hecho consumado que no votaré en estas elecciones intermedias. Ni siquiera tengo la intención de buscar el sitio donde se colocará la casilla que me corresponde (y de encontrármela en la calle ese fatídico 5 de julio próximo en que los mexicanos quesque vamos a votar, pasaré sin ver). La decisión fue tomada desde la desesperanza, la frustración y el descontento. En un estado como éste -borderline entre el cinismo y la depresión- prefiero explicarme a través de las palabras de otros. El artículo de Ilán Semo publicado en La Jornada del 27 de junio de 2009 refleja mi sentir sobre el abstencionismo y el denominado anulacionismo. Semo habla, entre otras cosas, de las razones por las que muchos justificamos como postura crítica no ser partícipes de "un sistema electoral incapaz de afianzar las condiciones mínimas que le permiten hacer del voto la razón de su existencia". O sea: ¿pa' que votar? ¿Cómo para qué dadas las patéticas condiciones institucionales de este país? Me adscribo a la conclusión de Semo: "Abstenerse o anular son dos formas de hacer presente una ausencia: la de los ciudadanos que disienten no entre sí sino de la forma en como se ha creado el consenso mismo. Habrá que ver los efectos que tiene cada una de estas variantes de un llamado a reformar lo que nadie, en la sociedad política, ni siquiera quiere mencionar".
Una advertencia: no estoy haciendo campaña para fomentar la abstención ni la anulación de votos -cada quien siempre tendrá la última palabra, sobre todo si se trata de una cuestión tan personal, "libre y secreta" como es el voto-, pero como he dicho múltiples veces que lo mío, lo mío, es el abstencionismo razonado y expresado públicamente, ésta es mi manera de tratar de ser congruente. Píquenle al link para leer el artículo completo.
Saludos desde Escanbronx, un barrio perdido en la inmensidad de la Ciudad de México (últimamente muy ruidoso, por cierto), nimbemon...
La Jornada: ¿Por quién vota el que no vota?
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5 comentarios:
gracias por el link... tu no votas, yo anulo... espero que algun dia se logre un cambio con nuestras decisiones tomadas en cuenta :)
Pues, a mí también me ha costado mucho tomar una decisión para las próximas elecciones. Pero creo que sí votaré... y lo haré con sumo cuidado JAJA.
Saludos desde Reforma, siempre ruidoso por cierto. JAJA
Lo mesmo haré yo. Me hago la misma pregunta: Votar ¿para qué?
Me pronuncio a favor del desencanto absoluto.
espero poder ir a votar y además de anular, mentarle la madre al sistema mediante dibujitos francamente ordinarios... lo lamento por el pobre funcionario/a de casilla, único/a que tendrá que soplarse mis insultos además de que NO contabilizará mi voz (puesto que nuestro descontento, cuando es nulo, no se contabiliza)pero ni pex... así es la democracia cuando no sirve...
Asi es amigos: yo también me pronuncio por el desencato absoluto con Ana Paula. Votar en estos tiempos es verdaderamente heroico: ¡kudos para quienes si lo harán!
saludos, n.
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