jueves, 9 de julio de 2009

¿Por quién vota el que no vota? II. La Venganza de los Abstencionistas

Para Eli, porque a pesar de
todos los pesares ella si votó.

Hoy me enteré gracias a Fabián Giles -cuyo magnífico blog es una delicia: http://foxylandia.blogspot.com/- que Martita y Vicente Fox de Sahagún no votaron en las pasadas elecciones intermedias. Su pretexto: estaban de viaje por las Europas. Otros dos que se unieron a las filas del abstencionismo, aunque parece lo hicieron por desidia, más que por conciencia; por andar de fina pata de perro y no como expresión de una postura ideológica que puede confundirse con la apoliticidad. Porque quisiera pensar que, para un importante número de personas, la abstención no es simplemente evasión o indiferencia.

Para darle voz a las razones por las que algo así como un 56.26% de los mexicanos nos abstuvimos de ejercer nuestro derecho al voto el domingo pasado, anduve de preguntona con otras personas que, cómo yo, no estaban en Londres ni en París pero tampoco votaron. Hombres y mujeres de entre 22 y 38 años, radicados en el DF, respondieron a la pregunta: ¿por qué no votaste? Ese por qué lleva aparejado un por quién, lo cual puede inferirse a partir de lo que comentaron. He aquí los modestos resultados de mi chiqui sondeo:

No hay nada que me aliente a ir hasta Jardín Balbuena a votar: me da hueva. L.M

Para qué voy a votar si no los conozco y tendría que conocerlos para anularlos, ¿no? H.V

No voté en estas elecciones porque considero que en este momento el mensaje es: yo no creo en la institución del IFE porque no funciona. Que hablen solos. Se tendría que reformar la institución, tener menos congresistas y la posibilidad de candidatos independientes. Además, aunque creo en los partidos pequeños -son los únicos que, a nivel institucional, ponen el dedo en la llaga de problemáticas evidentes-, como son minoritarios no son una figura antagónica en el Congreso: no confrontan a la mayoría. R.I

Porque mi no me interesa la política, ni quienes están de candidatos. Desde antes del 94 ya lo sabíamos: se gastan su lana en publicidad y no representan los intereses de la gente. Son puras mamadas. Si está tan putrefacto el sistema, ¿como va a cambiarse con un simple papelito? El cambio es desde más arriba. Soy de las muchas personas que no leen nada de política y creo que desde las ONGs pueden hacerse muchas cosas para el bien común. A.C

Perdí mi credencial. Pero creo que no hubiera votado de todas formas ante la falta de un proyecto real, pura guerra de denostaciones entre políticos, bajos perfiles de los candidatos, algunos desconocidos. Hoy en día vivimos una crisis en las instituciones y del aparato político, por eso el abstencionismo o el voto nulo (que en cifras son lo mismo); falta de una educación de calidad, justicia, seguridad, empleos, lugares seguros de esparcimiento, esas son cosas que vivimos realmente los ciudadanos comunes y por eso la falta de motivación para acudir a las urnas. Y lo peor, que si algún día quieres organizarte para exigir bienestar no te toman en cuenta, te dan largas o entras a la lucha interminables de los trámites o te reprimen... H.O

Yo no fui a votar porque para mi el ife y el trife en 2006 cancelaron toda posibilidad de certeza y confianza en las elecciones. Certeza que costó vidas y muchos años de trabajo de mucha gente. No me siento representado por ningún partido además de que vivimos en una democracia simulada y de mentiras. No quiero avalar con mi voto un procedimiento que ya está corrompido. Tampoco quise anular mi voto y que un grupo de bandidos lo capitalizara, para seguir viviendo del jugoso negocio del presupuesto. No volveré a votar hasta que haya democracia en este país. Y para construir la democracia hay que todos buscarle por otros lados. Las elecciones no son el camino. R.C

Yo no voté porque mi credencial actual no la tengo y la pasada no aparece registrada; en fin, mi intención era buena. P.C

A pesar de que hice estoicamente una colototota de 12 horas para obtener mi credencial nueva (me dejé engañar por la psicosis del falso cuento: si es 03, renueeevaaa...) yo tampoco voté. No voté porque comparto las razones de mis informantes. No voté porque no confío en los ciudadanos (¿?) que administran el IFE; porque no conocía a los candidatos de mi distrito ni me importó siquiera buscarles por internet sus trapitos sucios; y, para acabar pronto, no creo que los mexicanos tengamos gobernantes genuinamente democráticos. De haber pensado lo contrario, de haber creido en la buena fe o, ya de perdis, en el profesionalismo, probidad, inteligencia y capacidad de algún candidato o de los regentes del IFE, segurito hubiera votado. Pero no: quienes llevan las riendas de este sistema político-electoral sacaron a relucir al abstencionista que llevo dentro, como supongo sucedió con millones de potenciales votantes, hasta el hartazgo de tantos cochineros por doquier. Las siete personas -¡gracias amigos!- cuyos testimonios comparto en este post son ejemplo de ello.

3 comentarios:

Hermes dijo...

y si hubiera votacion para reestructurar el sistema politico con estudiantes, catedraticos y demas personas no influenciadas por la corrupcion de la actual clase politica, esperaria que ese 56% + el 6% de voto nulo, votaran a favor de reestructurar todo ;)... somos mayoria!!!

La Rumu dijo...

Anular y votar para mí sólo tiene una diferencia jurídica, pero finalmente es lo mismo: estamos hasta la madre de lo de siempre y hasta la madre de lo nuevo (que aprendió sus mañas con los de siempre).

Montserrat Algarabel dijo...

Pues si amigos: voto nulo y abstención son dos caras de la misma moneda. La mayoría de este país estamos hartos de tanta nefastez política, ¿que no?
saludos, n.