jueves, 11 de junio de 2009

No te conozco, mosco

Estimado Eduardo Sánchez:

A pesar de que no te conozco personalmente, me dieron ganas de escribirte esta cartita y hasta de hablarte de tu (espero no creas que soy una igualada). Ayer que transitaba por Insurgentes vi tu foto por primera vez en una manta que colgaba entre dos postes de luz a la altura de Río Mixcoac. Allí estabas acompañado de Gaby Vargas y en otra manta, unas cuántas cuadras después, compartías el espacio publicitario con Mariana Ochoa (a quienes tampoco tengo el gusto de conocer en persona). Según se aprecia en las mantas, ambas amigas tuyas apoyan tu candidatura por el PRI a la diputación local del Distrito XX en la Delegación Benito Juárez porque, como dicen que te conocen, te recomiendan. Luego me enteré de que no solo ellas ponen la mano en el fuego por ti, sino que Omar Fierro y el luchador Cien Caras, entre otros, también dan fe de tu integridad como persona nomás porque te conocen y ergo te recomiendan.

En la presentación pública de esta campaña dijiste (y te cito del Excélsior del 4 de junio de 2009): “Quiero presentar (...) avales ciudadanos; yo estoy buscando generar confianza y la mejor manera que tengo para lograrlo es a través del apoyo de gente con prestigio y reconocimiento que pueda dar testimonio de que me conoce y me recomienda”. Reconoces (y haces bien) que “el principal adversario que tenemos los políticos es la abstención y me parece que ésta es culpa nuestra, por las descalificaciones, porque la gente ve que la política es estarse golpeando y descalificando, no se ven las propuestas, no se ven los acuerdos”.

La verdad, yo no entiendo bien a bien el vínculo que propones, directo y sin escalas, entre conocer y recomendar (tampoco entiendo dónde quedaron tus propuestas, al menos en las mantas de Insurgentes no están). Yo conozco a muchas personas que no recomendaría en lo más mínimo precisamente porque las conozco y es muy probable que muchísima gente, para mi desconocida, sea altamente recomendable en algún sentido. Además, apelar al poder de convencimiento de la buena fe y la amistad en el país del amiguismo, el compadrazgo y la impunidad, con todo respeto, me parece una decisión poco inteligente, por lo que se me hace sospechosa. Si no es mucha indiscreción, ¿de dónde conoces a, por ejemplo, Cien Caras? ¿Fuiste a la Arena México a verlo luchar, le pediste un autógrafo en su camerino y luego se hicieron amigos? ¿Juegan golf los domingos o se reúnen para ver el futbol? Nomás pregunto... A Mariana Ochoa ya se por qué la conoces; ella lo explicó en una rueda de prensa:




Marianita misma lo asevera: "nos tardamos toda una vida en conocer a la gente" y yo completo su sesuda declaración alertando: "la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida". Por sí solo, el hecho de que alguien te conozca o crea conocerte no dice mucho de ti, ni de tu carrera política, ni de tus propuestas legislativas; así mismo, el que algunas personas públicas te conozcan tampoco da cuenta de su prestigio, valía u honestidad. Eso si: cuando dicen que por puritita amistad te recomiendan, se puede adivinar lo que tu equipo de campaña piensa sobre los ciudadanos: enséñales la cara "bonita" de una rutilante celebridad de nombre famosón de tu lado y automáticamente confiarán en tus intenciones, aunque ni sepan cuáles son. Tengo la certeza de que con esta lógica de por medio no voy a votar por ti (ni aunque hubiera enloquecido y quisiera hacerlo podría: vivo en la Delegación Miguel Hidalgo).

Lo siento Eduardo: tu campaña me agarró en un punto de desconfianza total hacia los famosos amigos de los políticos y hacia los políticos con amigos famosos. Espero tengas suerte con algún ingenuo que todavía crea que existen amistades desinteresadas en tiempos electorales.

PD. Ya te vi protagonizando el video musical México puede volver a amar y quedé sin palabras ante tanta cursilería y melcocha, patrioterismo y buenaondez juntas en una sola canción ridículamente optimista... ¿Cómo no se le van a quitar las ganas de votar a la gente con rolas como ésta?


5 comentarios:

Beatriz dijo...

¡Buenísima reflexión!
En todo caso... ¿un político apoyado por cien caras o mil máscaras o diez rostros no trae de por sí un mensaje cifrado?

Guillaume le dark dijo...

Muy buen escrito Montse ¿Cómo que vives en la Miguel Hidalgo?¿En qué colonia?Ya que no estás en la Cuauhtémoc... Ahora a votar por la gente de bien Guadalupe Loaeza y, Ana Gabriela Guevara y sus expertos.
No te preocupes en Benito Juárez ganará el PRD o, lamentablemente algunos escaños el PAN.

Guillaume le dark dijo...

Además, Omar Fierro es un malvado en su serial(género televisivo del melodrama-telenovela).
Ya sé, ya che.Vives en la Escandón ahora Montse... ;)

Montserrat Algarabel dijo...

Beatriz: eso mero: que te apoye cien caras es como una metáfora de la hiperhipocresía...
Guillaume: y si, ahora vivo en la Escandón y creo de verdad que no voy a votar en estas elecciones. Ya ni el PRD me convence aunque sea un poquitín.
Saludos, n.

Guillaume le dark dijo...

Te entiendo nimbemon: Yo, soy de la idea de repartir los votos entre las izquierdas... Jajaja PRD, PT Y, Convergencia...(¡Ya ves que hasta el rector y Dr. Gertz ya será pronto mi vecino, entre los diputados! ;)